martes, 28 de junio de 2011

¿Es tan mala idea montar un partido político?

Hablaba hoy con un compañero en el desayuno sobre el previsible curso que tomaría el debate para el estado de la nación que se produce en éstos días. Una de las conclusiones a la que llegamos, y que me hizo reflexionar, es la de que es tal el estado de agotamiento del sistema político que tenemos que en las próximas elecciones generales las opciones a elegir son desde nefastas a pésimas. Rubalcaba, malo, Rajoy, malo, Cayo Lara, malo, minorías, ¡sorpresa!.

Hilando esta reflexión se me ha ocurrido otra ¿Tan malo seria utilizar el impulso que tiene el movimiento 15M para "hackear" el sistema desde dentro? ¿No nos dicen y repiten que montemos un partido político? ¿Por qué no consideramos, por un momento, la opción?

Si se montara un partido político que se presentara a las generales, con listas limpias, es decir, de ciudadanos como tu y como yo, sin pertenencia actual ni pasada a ningún partido político y cuyo único punto de programa (si se quiere se puede poner como requisito a los candidatos que firmen la aceptación y la persecución de dicho programa) fuera la disolución de las cortes y la apertura de un proceso constituyente, ¿sería tan mala idea?

Este partido no necesitaría espacios publicitarios ni mediáticos, Internet y el boca a boca moverían la campaña. Puedo equivocarme, porque ya lo he hecho muchas veces, pero creo que si éste partido canalizara el descontento de la población podría obtener una amplia representación, incluso puede que una mayoría que permitiera la consecución del objetivo.

¿Qué pensais?

lunes, 20 de junio de 2011

Si el PSOE tuviera dignidad

El PSOE se hunde y lo sabe.También sabe que, si la situación no da un vuelco muy (pero que muy) grande, la derrota en las próximas generales va a ser de agárrate y no te menees. En sus "sesudos" consejos seguro que le han dado mil vueltas al problema y no le encuentran solución. Pues el Morfeo les va a dar una. Y de gratis.

Si en el PSOE (o en sus dirigentes, que es lo mismo) quedara un mínimo resto de dignidad, podrían abandonar el poder por la puerta grande. Lo que deberían hacer es convocar un referendum sobre la iniciación de un proceso constituyente y de reforma política. Un referendum en el que se pregunte al pueblo si desea que se convoquen cortes constituyentes para instaurar la tercera república. Un nuevo sistema político realmente democrático, con auténtica separación de poderes y con un sistema electoral justo y representativo. Ya que no van a recuperar el poder en una laaarga temporada (o puede que nunca más), podrían irse con la cabeza bien alta y pasar a la historia como el gobierno o el partido que inició el proceso de cambio.

Si tuvieran dignidad, claro.

viernes, 17 de junio de 2011

Yo #soy15m

Como parte del #15m me declaro una persona pacífica y condeno radicalmente todo tipo de violencia: la de los violentos infiltrados en nuestras manifestaciones, y la del Estado, que ha causado más dolor y heridos. Además, condeno la manipulación mediática que enfatiza la información sesgada, parcial o errónea con el propósito de demonizar a los ciudadanos.

Si me manifiesto en la calle es porque:
  1. Mi participación como ciudadano se ha reducido a votar a listas cerradas cada cuatro años para ver cómo los representantes de los ciudadanos no respetan lo prometido en su programa.
  2. Se hacen leyes a favor de grupos de interés en vez de hacerlas a favor del conjunto de la sociedad.
  3. Se invierten recursos públicos para ayudar a minorías poderosas, y no a quienes están pasando situaciones desesperadas ocasionadas por la especulación financiera.
  4. Los grandes partidos están más preocupados por mantener su poder que por ofrecer soluciones para superar esta crisis histórica.
  5. Está a punto de firmarse un “Pacto del Euro” que consiste fundamentalmente en medidas para reducir la inversión pública en servicios esenciales.
  6. Desde diferentes órganos del estado se ha insultado a los ciudadanos, e incluso se ha justificado el recurso a la violencia contra manifestantes pacíficos.
Como parte del #15m, acepto y respeto la diversidad ideológica del movimiento. Cuando participo en una manifestación no reclamo un régimen o una ideología en concreto, ni un modelo social no democrático, ni la eliminación de los partidos o los parlamentos. Lo que reclamo es una democracia mejor y más humana que, entre otras medidas, necesita urgentemente:
  1. Cambios en la Ley Electoral para permitir una mejor y más directa representación de los ciudadanos en los parlamentos y una mayor participación ciudadana en las decisiones importantes.
  2. Aprobación de una Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública para obligar a la publicación en formatos adecuados y reutilizables de todos los gastos, decisiones y reuniones con grupos de presión por parte de funcionarios y cargos públicos.
  3. Tolerancia cero a la corrupción de candidatos y cargos públicos, y controles ciudadanos para la exigencia de responsabilidad política.
  4. Separación clara, real y efectiva de los poderes del estado.
  5. Control fiscal efectivo de grandes fortunas y operaciones financieras; eliminación de privilegios fiscales a cargos electos.
  6. Políticas encaminadas a solucionar de forma efectiva los problemas hipotecarios y de vivienda.
  7. Servicios públicos de calidad, fundamentalmente salud, justicia y educación.
  8. Eliminación de las leyes que permiten el control administrativo de Internet. La red ha demostrado ser esencial para la libertad de expresión y para responder al peligro de manipulación mediática.
Por todas estas razones volveré a salir pacíficamente a la calle el 19 de junio, #19j.
Si estás de acuerdo, aprópiate del texto y divúlgalo (enlace al documento original)

jueves, 16 de junio de 2011

Abstención

Voy a hacer una reflexión en voz alta sobre la abstención.

Vaya por delante que siempre he creído que la abstención no era una opción válida. Que si uno quería cambiar el sistema no podía dejar de participar, pero últimamente me estoy replanteando mi postura.

Mi razonamiento es el siguiente: Si no creo en éste sistema y los representantes que voto no me representan para nada (valga el juego de palabras), ¿por qué voy a participar en ésta farsa? ¿Por qué voy a legitimar con mi voto éste sistema? ¿Por qué voy a permitir que mi número sume al de los que, según ellos, apoyan la "democracia" existente en nuestro pais? De la misma forma en que no quiero que la Iglesia me cuente entre el número de feligreses para exigir dinero o prebendas, tampoco quiero que éstos políticos corruptos y traidores me cuenten en el número de los que participan en su "teatro democrático fiesta democrática".

El votar en blanco, por el mismo razonamiento, no me parece correcto, porque implica que SI estoy de acuerdo con el sistema, pero no me convence ninguna opción.

Por lo tanto he decidido pasar a la postura de abstención consciente. No ir a votar, no por pereza, desidia o falta de civismo, sino por todo lo contrario.

Sólo volveré a votar cuando pueda elegir de verdad. Mientras tanto me limitaré a expresar, de forma silenciosa, que los rechazo. A todos. A ver si llego a ver el día en que los únicos que vayan a votar sean los militontos militantes del partido.

Salud

No nos dejemos engañar

Amigos y vecinos, no nos dejemos engañar como tantas veces nos ha ocurrido.

Lo ocurrido ayer en Barcelona, por parte de un grupo de violentos, infiltrados por la policía o no, no nos debe engañar. Más concretamente no nos debe engañar a nosotros, que tenemos en la Red un medio alternativo de información, más veraz y plural que los llamados "medios de manipulación comunicación de masas".

Si ha habido gente que ha llegado a la violencia era algo de esperar. Condenable, si. Inesperado, no. Hay gente muy harta y muy desesperada y cuando se llega a la desesperación y al no tener nada que perder, se pierden los nervios, la compostura y el oremus y sale nuestra parte animal, que, aunque nos empeñemos en lo contrario, es la que más influye en nuestro comportamiento. Hay que tener mucha fuerza de voluntad y de autocontrol para no pasar de la protesta pacífica a los mamporros no tan amistosos y es normal, aunque por mi parte condenable, que se recurra a la violencia.

Pero aparte de esta, digamos, "explicación", que no "justificación" de lo sucedido ayer hay que intentar mantener los ojos abiertos y no perder de vista el horizonte. El objetivo final.

Ya sabíamos que no iba a cambiar nada en las elecciones del 22M. Ya sabíamos que iban a prestarnos oidos sordos. Ya sabíamos que, cuando fuéramos por el buen camino se nos iba a atacar. Y, por último, ya sabíamos las tácticas que se iban a utilizar: las de siempre. La casta clase política que nos toca padecer pertenece, salvo honrosas excepciones (que se pueden contar con los dedos de una mano y sobran dedos) a un tiempo y a una realidad que les impide asimilar lo que está ocurriendo. Instalados en un sistema de turnos, de quítate tu para ponerme yo, que ya te tocará a ti otra vez más tarde, no saben como hacer frente a un pueblo despierto y concienciado de que el poder emana de ellos y de que ya han abusado de nuestra confianza por demasiado tiempo. Como aquellos hijos que, con tropecientos años, sin haber trabajado ni buscado trabajo nunca, no saben como afrontar el ultimatum de sus padres que lo quieren poner en la calle a que se busque la vida. Son parásitos, acostumbrados a medrar en un sistema que se les quiere quitar de las manos, como ladillas que son colocadas de pronto sobre una bola de billar. ¿De donde chupo yo ahora?
Sus tácticas y técnicas son conocidas: Utilizar a la policía como instrumento de represión. Utilizar a sus medios de comunicación para machacar los oidos de quien quieran escucharlos con mensajes de miedo y violencia. Intentar poner cabeza o etiqueta al enemigo para poder pintarle una diana sobre la que disparar los dardos de la mentira y la demagogia.

Pero no lo conseguirán. No lo han conseguido ahora y no lo conseguirán nunca. El movimiento se extinguirá sólo o no se extinguirá. Nada de lo que hagan conseguirá detenerlo. Por supuesto, éste ataque provocará que haya gente que se "desapegue" del movimiento, pero esta gente era un apoyo débil en cualquier caso. Sólo personas que piensen por si mismas, informadas y con criterio propio (incluyendo ideología propia) puede apoyar éste movimiento. El resto es la gente que sigue la estela del bipartidismo, dormidos por el opio de los medios que continúan creyendo que el mundo que le pinta la pantalla de televisión es el real y no el que se respira en la calle. Ésta gente ya estaba perdida antes de empezar, por lo que no es una pérdida. Digamos que es una "no adhesión".

Las ideas, que es de lo que trata todo ésto no se pueden extinguir. Si algo nos ha enseñando la historia es que la fuerza de las ideas se puede torcer, pero no extinguir. Yo, y creo que mucha gente como yo, creemos que ha llegado el momento de cambiar. El momento de querer intervenir más activamente en la vida política. De ser libres políticamente para poder elegir a quien queramos y que éste nos represente realmente. De querer una justicia independiente que castigue hasta las últimas consecuencias a los delincuentes, tanto a los de palanca y navaja, como a los de corbata y maletín. De poder pedir cuentas a nuestros dirigentes y destituirlos si no nos gusta lo que hacen. De responsabilizarnos, para bien o para mal, de las decisiones que se toman en el pais y de afrontar las consecuencias de nuestros actos. Ésta es la idea. No se si la he expresado bien, dadas mis limitadas dotes literarias, pero es como pienso y como siento y de ahi no me voy a bajar. Aunque me repriman, aunque haya aprovechados que quieran arrimar el ascua a su sardina. Y si ésta revolución se frustra, me prepararé para la siguiente, y para la siguiente. Así hasta que consiga lo que quiero, o por lo menos hasta que muera intentándolo. Me gustaría dejar un pais a mis hijos en el que puedan decidir sus destinos, junto con sus conciudadanos. Siguiendo su propio interés, sin presiones externas.

Salud.

Transición 2.0

Hace 30 años, a la muerte de Franco, se produjo la siempre alabada transición española. Todos los partidos y los protagonistas de la época no dudan en darse cuantas palmaditas en la espalda les plazcan por lo bien que lo hicieron y de cómo inauguraron "la mayor época de paz y prosperidad de la historia de España". Ahí es nada.

¿Y que puedo añadir yo desde mi sesudo atrio de orador? Pues poco. Yo por aquel entonces era pequeño (me gané una hostia porque me reí de la cara que puso el Arias Navarro cuando salió en la tele anunciando que el Paquito la había palmado. De verdad os juro que se me pareció al Charlie Rivel). y no me enteré de mucho. Pero cuando he sido un poco mayor (un poco) y he podido pensar por mi mismo, me he dado cuenta de que los "padres de la patria" se quedaron un poco cortos.
En primer lugar, la constitución del 78 establece una Monarquía parlamentaria, no una democracia. ¡Eh Morfeo!¿Donde vas?¡Cómo te pasas! me direis indignados, "que en España votamos". Bueno. Pues si a votar le decis lo de colocar una papeleta en la urna, pues si. Es cierto. Votamos. Pero.... ¿pintamos algo en el proceso político? Vayamos por partes.

La jefatura del estado está, de forma vitalicia y hereditaria, en manos de un tipo, que no es que a mi, personalmente, me caiga mejor o peor, pero que yo no lo he elegido, ni tendré posibilidad alguna de elegir nunca. Y mucho menos a su consorte, que ésta si que tengo que decir que no me es precisamente simpática. Cada uno es como es y tiene su idiosincracia.

Puedo votar (o no) pero, ¿cómo influye mi voto en las decisiones políticas? De la siguiente forma. Yo cojo un papelito de uno de los variados montones que se me ofrecen en las mesas, lo meto en un sobrecito y me voy para casa. ¿A quien he elegido? Pues a un señor que lo ha colocado ahí a dedo (no hay votación alguna en la mayoría de partidos que yo conozco) la ejecutiva de su partido o directamente el mandamás de éste. ¿A quien creeis que deberá lealtad éste señor que yo he "votado"? Podeis estar seguro que a mi no. Ni me conoce, ni me conocerá nunca, y cruzará la calle o me echará a los escoltas si oso acercarme a menos de cinco metros para decirle "quiero que votes si (o no) a la propuesta de ley etc..".  ¿Que tiene que perder si no me hace ni p.... caso? A lo sumo un voto o los de unos cuantos que piensan como yo. En cambio, ¿qué pasa si vota algo distinto a lo que se "jefe" de partido le dice? Pues lo mejor que le puede pasar es que no vuelva a ir en las listas en la vida. Por lo tanto, a quien tiene que tener contento es al jefe. Por él está ahí y sólo a él se debe. Es suyo en cuerpo y alma.
Morfeito, Morfeito, me direis. La solución es bien sencilla y si te quitaras esas horteras gafas de sol la verías claramente: En las próximas elecciones vota a otro. Hummmmm. Interesante giro, medito. Me quito las gafas, las limpio y lo empiezo a ver claro....... Eureka, como decía un tipo griego muy aseado. Claro. Voto a otro y ya está. El próximo día que voy a votar cojo otro papelito de otro montoncito (que bonito gavilán ¿o es una gaviota?) y lo pongo en la urnita y a esperar. Espero, espero y espero. Y curiosamente, excepto en cuestiones de forma, el diputado que sale hace algo muy parecido, cuando no exactamente lo mismo. Por lo tanto, mi elección en el sistema de tramitación de leyes (leyes que después debo cumplir obligatoriamente) tiende a cero. Si en las próximas elecciones decido votar otra opción, me puedo encontrar incluso, con la sorpresa de que no sale diputado del partido que he votado porque el número de votos no llega al 3%.

¿Y el poder ejecutivo? Lo elige el legislativo, por lo que mi influencia en la elección en el jefe del gobierno es la misma que en la elección de los legisladores. Curiosamente, siempre termina como jefe del ejecutivo el jefe del partido más votado, que, curiosamente, es el mismo que ha confeccionado las listas de los diputados, o sea, de los que les deben lealtad. Por lo tanto, ¿a quien van a elegir? Sorpresa. A su jefe.

Pero, queda el poder judicial, ¿no?. Éste si funciona de forma democrática. Pues no. El consejo general del poder judicial, el órgano de gobierno de los jueces es elegido por.... tachaan: El legislativo también. Toma del frasco, Carrasco.

Por lo tanto, como podeis ver, el sistema está cuidadosamente diseñado para que nuestro voto sólo permita una elección muy limitada. Podemos votar a una lista de un partido que nosotros no hemos confeccionado, a diputados a los que no podemos pedir cuentas de nada, un cambio en la orientación del voto en siguientes elecciones no sirve de nada y todos los poderes del Estado se deciden desde el legislativo, el cual tiene un problema de base en su origen, con lo cual, el sistema que tenemos es electoralista, si me apuras, de libertades (o derechos civiles) pero no es una autentica democracia.

En una auténtica democracia, cada persona debe poder elegir a "su" representante, que debe reflejar, dentro de la diversidad, el parecer de "sus" representados, que son los que lo han elegido, y si éste parecer es contrario al del partido, debe votar en contra de las directrices del mismo, pues sabría que, si lo hace asi, "sus" representados estarán contentos con él y lo apoyarán en el siguiente mandato, se presente por su partido o de forma independiente. Ésto SI es democracia, o sea, el gobierno del pueblo.

Por otra parte, es fundamental que haya separación real de los poderes del estado. La razón es bien simple: Si se dividen los poderes, Y CADA UNO NO DEPENDE DEL OTRO, provoca un equilibrio de fuerzas en el que los tres poderes se vigilan entre si para evitar que ninguno se desmande, pues ya sabemos que la naturaleza humana provoca que el poder corrompa a las personas que lo ejercen.

Bueno, creo que ya me he extendido mucho para una entrada. El próximo día os comentaré como veo yo el mejor sistema que podríamos darnos para tener una democracia real.

Salud

miércoles, 15 de junio de 2011

15M: Vamos por el buen camino

Hoy iba a tratar otro tema pero los "sucesos" ocurridos hoy en Barcelona han ocupado mi atención y por lo tanto voy a escribir sobre eso.

Morfeo, Morfeo ¿Qué tiene que ver lo de "vamos por buen camino" con los sucesos de Barcelona?

Pues mucho, y ahora lo vereis.

¿Qué es lo que ha pasado hoy en Barcelona? Pues.... de primera mano no lo se, puesto que no he estado allí, pero aun asi, haciendo una pirueta, voy a hablar sobre ello. Creo que para lo que voy a exponer no es necesario el haber estado allí.

Según los medios (y según que medio) hoy ha habido poco menos que un linchamiento de los parlamentarios catalanes que intentaban acceder al parlamento de Cataluña para tratar el tema de los presupuestos de la comunidad.

Como ya digo que no he estado alli, me voy a plantear, a manera hipotética, qué ha podido pasar y mi interpretación del asunto.

Opción a). Ha habido gente en las protestas que, por cabreo o de forma premeditada, ha repartido estopa en los cuerpos de algunos excelentísimos señores. Han llegado incluso al depravado extremo de querer arrebatarle el perro guia a un diputado ciego. ¿Cómo se puede caer más bajo?
Si ésto ha sido asi, no lo apruebo, ni me parece correcto, pero servirá para que los políticos vean que la cosa va en serio. Que no es una de las típicas pataletas que, a pesar de su esforzada labor en pro del bienestar de la casta patria, tienen que sufrir de cuando en cuando del rebaño que, cada cuatro años es necesario llevar a las urnas a apacentar para después olvidar hasta que vuelvan a pasar cuatro años. Si nos tenían miedo, ahora nos tendrán pavor. Y eso es malo por un lado porque van a sacar a los perros a pasear, como en Chile, y por otro lado es bueno, porque ahora tendrán la inquietud de que les podrá pasar si siguen con su chiringuito de trinca y calla.

Opción b). Ha sido obra de inflitrados de la policía (he visto algún video revelador en YouTube, aunque hay que decir que, aunque evidentemente son policías de paisano, no los he visto cometer ninguna acción violenta) o elementos desestabilizadores que intentan echar mierda sobre el movimiento. Ésto es buena señal, pues indica que estamos tocando hueso y que, a pesar de la aparente indiferencia, están preocupados. Mucho.

Opción c). Ha sido una conspiración judeo-masónica de los medios de comunicación y alli no ha pasado nada. Bien, puesto que indica que l movimiento no ha perdido su esencia.

En cualquiera de las opciones, lo que estos señores ignoran es que con éste movimiento no podrán utilizar las tácticas que han utilizado siempre, a saber Miedo - Incertidmbre - Duda, por una razón principal:
Hoy estoy indignado, mañana estaré indignado y dentro de un año estaré indignado mientras no vea que hay cambios reales en el sistema político que permitan una participación REAL de los ciudadanos en la política, así como un control ciudadano EFECTIVO de la actividad del Estado. Y esto no lo va a cambiar el hecho de que unas cuantas personas, en Barcelona o en Pernambuco, pierdan los nervios y se líen a hostias con algún político. La fuerza y la vulnerabilidad de éste movimiento es su falta de liderazgo o cabeza visible. Fuerza porque impide que se pueda descabezar el movimiento. Pueden detener a uno o a diez mil, la cosa va a seguir más o menos igual. Debilidad porque es muy fácil achacar cualquier cosa a los "indignados" (siempre entrecomillados, por si no os habéis percatado). Si yo hoy me voy con veinte amigos al centro de la ciudad y le pego una paliza a una anciana cerca de Sol, mañana aparecerá en los períodicos el titular "Los 'indignados' golpean a una anciana desarmada y apolítica"

Desgraciadamente alguna gente se tragará el cuento que nos quieren endiñar desde los medios de comunicación (o de creación de estados de opinión) y se perderan apoyos. No hay guerra sin bajas y, de todas formas, es inevitable.

Salud.